Un texto expositivo es el que expone de forma objetiva hechos, ideas y conceptos. Su finalidad es informar sobre un tema determinado, de manera que el autor en ningún caso plasme sus opiniones, pensamientos o sentimientos.

Algunas características lingüísticas de los textos expositivos son: - La objetividad (tendencia del uso de la 3ª persona verbal, léxico denotativo). - Uso de oraciones impersonales y enunciativas. - Claridad, precisión. - Uso preferente del presente intemporal y del modo indicativo. Puntualmente, el uso del imperfecto si se trata de la descripción de procesos. - Uso de conectores (ordenadores del discurso, explicativos, ejemplificadores). - Empleo de recursos como las comparaciones, definiciones, enumeraciones, ejemplos.
Los textos expositivos son conocidos como informativos en el ámbito escolar. La función primordial es la de transmitir información pero no se limita simplemente a proporcionar datos sino que además agrega explicaciones, describe con ejemplos y analogías.
Suelen presentar las siguientes partes:
- Introducción (Presentación del tema)
- Desarrollo (Explicación y aclaración del tema tratado)
- Conclusión o síntesis
- Analizante o deductivo: Se expone al comienzo de las cuestiones generales y se van añadiendo los detalles o datos particulares.
- Sintetizante o inductivo: Expone al comienzo los datos o ideas particulares para llegar al final o determinación del tema fundamental
- Encuadrada: Presenta al principio el tema que se desarrolla a lo largo del texto, y por último una conclusión que refuerza la idea inicial.
- Paralela: En los textos con estas estructuras las ideas se exponen sin que haya necesidad de coordinarlas entre sí; todos tienen el mismo nivel de importancia.
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